Su localización se encuentra condicionada para acompañar las actividades que se desenvuelven dentro de las localidades. Algunas son:
- Otorgamiento de bienestar, a partir de las características particulares de cada especie, por su sombra, aspecto, fragancia, entre otras.
- Oxigenación del aire.
- Regulación de la humedad ambiental.
- Protección contra los ruidos: Actuán como barreras naturales.
- Protección contra la contaminación ambiental: A través del follaje se retienen partículas de polvo y el hollín.
- Protección contra el viento: Disminuyen la velocidad del aire, mejorando la sensación de incomodidad.
- Regulación térmica: Disminuyen las temperaturas elevadas de verano y en las especies de hojas caducas, permiten el paso del sol en invierno, que además de calentar los ambientes, facilita la disminución de la presencia de gérmenes ambientales.
- Embellecimiento de las vías de circulación, paseos públicos y lugares de estancia para la comunicación y la recreación, por el color del follaje, el tamaño, la forma y otras características específicas de cada especie.
Sería conveniente que las administraciones tengan conocimiento de la importancia y que, consecuentemente, lleven a cabo la actividad con personal idóneo de modo tal que sea posible generar en la ciudadanía un sentido de pertenencia con el ambiente donde se desarrolle. Además, sería necesario que los ciudadanos ejecuten el plantado de las especies correspondientes a la zona donde residan dentro de la localidad y que tengan la voluntad de proteger y velar por el crecimiento, el cuidado efectivo y la permanencia del arbolado dentro del paisaje que los convoca a diario.