Esta es una revista de publicación bimestral y distribución gratuita en el Valle de Punilla. Pretenden ser plasmados en esta Guía rubros tan dispares que van desde el movimiento de tierra hasta la más refinada terminación, desde la fuerza manual de un obrero hasta el aporte tecnológico de una fachada vidriada. La cantidad de ítems que componen la industria difícilmente pueda ser abarcada por otra actividad, y es esta diversidad el principal motivo de su importancia. La Guía Para Construcción aspira ser un manual técnico dirigido a Arquitectos, Ingenieros Civiles, Constructores, Comerciantes y demás personas vinculadas a la Industria, así como materia de permanente consulta y apoyo profesional. Esperamos que el sitio así como la versión impresa sea una ayuda para el desarrollo de su tarea profesional.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Equipamiento urbano

Conjunto de edificaciones y espacios, predominantemente de uso público, en los que se realizan actividades complementarias a las de habitación y trabajo, o bien, en las que se proporcionan a la población servicios de bienestar social y de apoyo a las actividades económicas. En función a las actividades o servicios específicos a que corresponden se clasifican en: equipamiento para la salud; educación; comercialización y abasto; cultura, recreación y deporte; administración, seguridad y servicios públicos. Aunque existen otras clasificaciones con diferentes niveles de especificidad, se estima que la aquí anotada es la suficientemente amplia como para permitir la inclusión de todos los elementos del equipamiento urbano.

El mobiliario urbano (a veces llamado también equipamiento urbano, o elementos urbanos) es el conjunto de objetos y piezas de equipamiento instalados en la vía pública para varios propósitos. En este conjunto se incluyen bancos, marquesinas, papeleras, barreras de tráfico, buzones, paradas de autobús, cabinas telefónicas, entre otros. Generalmente son instalados por los ayuntamientos para el uso del vecindario, o bien adjudicándolos a un privado para que éste obtenga beneficios explotando la publicidad en la vía pública. Las variables más importantes consideradas en el diseño del mobiliario urbano son, cómo éste afecta la seguridad de la calle, la accesibilidad y el vandalismo.

Los elementos urbanos identifican la ciudad y a través de ellos podemos conocer y reconocer las ciudades. Llegan a definirse como una parte constituyente del ADN de la identidad de la ciudad. El diseño de un mobiliario urbano que responda y se adecúe a los espacios, coloridos y los usos que la sociedad demanda es una tarea muy comprometida. Para ello es fundamental la comprensión del medio y una lectura clara detenida de su comportamiento dentro del marco donde vaya a ser ubicado, más si se trata de una ciudad monumental o histórica y con peculiaridades específicas.

Sólo hay que subir un banco unos centímetros para que las personas mayores puedan sentarse y levantarse con comodidad. Se puede utilizar un tubo continuo para crear arcos, canastas, bancos y percheros en una escuela de primaria y aportar así un toque divertido a un elemento funcional.

A esto se dedica el diseño holandés, a hacer la vida más fácil a las personas aportando un punto lúdico e imaginativo que redondea la creación formal.




El diseño holandés soluciona problemas, responde a necesidades latentes. Y lo hace tanto dentro como fuera del entorno privado. Los creadores de los Países Bajos cuidan con el mismo mimo los elementos proyectados para el hogar que los que se piensan para los espacios comunes. Es una cuestión cultural. Los holandeses perciben el espacio público como una prolongación del privado. Por eso no hacen bancos estándar, ni guarderías uniformes, ni vallas carcelarias.
Aún hay otro factor diferencial: quién define el espacio público. En Holanda son los propios ciudadanos quienes se encargan de diseñar el lugar en el que viven. A través de organizaciones ciudadanas, vecinales, de barrios -y con el apoyo monetario de la Administración- son las personas las que describen sus necesidades que luego son interpretadas y solucionadas por los diseñadores. No es el caso de España donde es la Administración la que decide, a menudo sin consultar a los ciudadanos con los que no hay interlocución sino imposición "las jardineras te destrozan las espinillas, los pivotes no permiten caminar de dos en dos por la acera...".

Las ciudades han crecido muy rápido en España y no ha habido tiempo de planificarlas. Por eso son la "asignatura pendiente" del diseño. Y es que no hay más que pasarse por el Matadero para ver cómo los holandeses deshacen el concepto de la calle como un lugar en tierra de nadie. La hacen paseable, amable y a la medida del ciudadano a través de la creatividad y la interacción. Casi ninguno de los muebles que se muestra son imaginables en las caóticas ciudades españolas.

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